Wednesday, November 4, 2015
Guía para guardar y defender la fe
"...¿por qué esta importancia de la tarea de custodiar la integridad de la doctrina de la fe que se ha recibido? Porque la Revelación (v.) no es obra humana, sino de Dios, y la doctrina, un tesoro que Dios ha confiado a su Iglesia. Por esto tiene esencialmente carácter de depósito que la Iglesia debe transmitir íntegramente a todas las generaciones. A este respecto, es de capital importancia lo que declara en el cap. 22, al comentar Tim 6,20-21: «¿Quién es hoy Timoteo, sino o generalmente la Iglesia universal, o, especialmente, todo el cuerpo de los obispos, que deben poseer íntegra la ciencia del culto divino e infundirla a otros? ¿Qué significa guarda el depósito? S. Pablo dijo custódialo, a causa de los ladrones, a causa de los enemigos, no sea que, durmiendo los hombres, siembren cizaña sobre aquella buena semilla de trigo que había sembrado el Hijo del Hombre en su campo. Por eso dijo: guarda el depósito. Pero, ¿qué es el depósito? Es aquello que debes creer, no lo que has encontrado tú; lo que recibiste, no lo que tú pensaste; lo que es fruto de la doctrina, no del ingenio; lo que procede de la tradición pública, no de la rapiña privada. Algo que ha llegado hasta ti, pero que tú no has producido; algo de lo que no eres autor, sino custodio; no conductor, sino conducido. Guarda el depósito, dice el Apóstol; conserva inviolado y sin mancha el talento de la fe católica. Lo que has creído, en tu poder permanezca y por ti sea entregado a otro. Oro has recibido, devuelve oro; no quiero que me cambies una cosa por otra; no quiero que desvergonzada y fraudulentamente pongas plomo o bronces en lugar del oro; no quiero apariencia de oro, sino oro puro» (Comm. 22).
Para leer el documento entero (y no es largo), se lo puede descargar de statveritas.com.ar
Pax et bonum!
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