chastity formula

Wednesday, May 27, 2015

¿Puedo permanecer callada?

Por idealismo, acepté un trabajo como funcionaria pública. Pensé que finalmente podría aportar con algo a este país. Tenía muchas ganas de trabajar, de armar proyectos, de capacitar, de activar iniciativas.

También por solidaridad, acepté este trabajo. He sido una crítica severa contra el APARATO PÚBLICO por años. Al tener la oportunidad consideré que podría ver desde adentro aquello que tanto critiqué y que como en el caso de USA, no tuve mejor opinión hasta que viví allá. Claro eso al menos no tuvo un resultado tan trágico como este. Si bien el país del norte tiene sus grandes peros, también hay muchas ventajas (para los ciudadanos).

He aguantado 2 años y 7 meses, pero llega siempre el día en que la VERDAD y los valores que me inculcaron mis padres chocan con la ideología del #AsíNoMasEs. He sido testigo del despotismo y del amplio despliegue de soberbia, sin contar la inmensa cantidad de chismes, acusaciones y demás atropellos. 

Pronta a cortar cadenas, ya que las desavenencias con el nuevo jefe suman y siguen. Hoy volvió a salir el tema debo firmar un informe con una opinión técnica que no puedo sostener y con la que estoy en contra. Me imagino que ellos van muy acostumbrados a agachar la cabeza, pues el no ha conocido otro tipo de trabajo ni mucho menos jefes más idóneos como aquellos con los que yo he tenido la oportunidad de trabajar.

Pero no puedo evitar quedarme apenada de como estos humanos déspotas tratan a mis compañeros, que llenos de miedo, amenazas y autoestima pisoteada, no pueden expresar sus ideas. Este es el país de "así no más es" - "así siempre ha sido". Muchos de mis compañeros no tienen otra fuente de ingreso y en la mayoría de casos tienen un hijo que mantener, si no es que toda una familia.

Esta no debería ser la razón para tanto maltrato y abuso de poder. Sin embargo, esta situación se repite constantemente y como un ciclo cerrado.

Muchos temen el día en que llega el memo donde te despiden. Creo que yo soy la rara que lo espero, lo añoro. Pero si el día empieza a prolongarse, también estoy lista para renunciar, porque aceptar con el silencio o paciencia es también darles la razón, como si sus amenazas de que uno no es indispensable hicieran eco. 

Papá Dios hablará a mi corazón. Y podré decidir si es mejor esperar o dar el paso que finalmente me libere de esta prisión inhumana, que lastimosamente está al mando en el país. Soy muy bendecida de haber aprendido en los últimos días la importancia de la oración del corazón (de los Padres del Desierto), además de practicarla con mucha regularidad. Y definitivamente ya va siendo tiempo de explorar esa 3ra llamada. 

Definitivamente, la carga, las palabras duras, no son más que un pequeño pinchazo comparado con el dolor de mi Señor Jesucristo en la Cruz. Por amor a Ti es posible perseverar en la adversidad, y ser un consuelo para los afligidos.

+AMDG+