Forgive me Father, I have sinned

El viaje Infinito

Te apartas de Dios porque le tienes miedo?

El día que no eres capaz de reconocer tus faltas, es el día en que el viaje que te aleja del Deseo Infinito inicia. Con cada negación, te sumerges más en un agujero negro que absorbe tu vida. Te desintegras, te desfiguras.

Pero cuando empiezas a reconocerte como pecador, como uno más que le da vinagre y agua al Crucificado, empiezas otro viaje; uno en el que cada vez que caes y reconoces tu falta contra otros/contra ti/contra Dios, entras en un proceso de perdón y purificación. 

La primera vez que quieres confesarte es complejo, descubres lo amargo de ese vinagre en Sus labios y tus manos tiemblan.


Pero El toma tu mano y es capaz de transformar aquel momento en Perdón y Misericordia. Para tu sorpresa, cuando aceptas que pecaste y pides perdón desde el corazón, aquella obscuridad se transforma. Es como si el peso del mundo desapareciera. Eres abrazado y sientes que la Paz de Dios empieza a inundarte. 

Ese viaje es el que te reconstruye y te vuelve a recordar la dignidad y el amor con el que fuiste creado. Eres una criatura magnífica, quebrada por tu soberbia y orgullo, por tu vanidad y tu lujuria; pero eres hecho de nuevo y puro en el Amor eterno de Aquel que se despojó de todo por ti.

Es este viaje que, con su Gracia, te llevará a la Santidad, y más aún, a la Comunión eterna. Ese propósito para el cual fuiste creado, será cumplido; y tu deseo infinito será SACIADO eternamente.