Que fácil se hace perdonar al que nos ofenden en Tu amor. Que rápido empezamos a olvidar, a sanar. Ofrecí este perdón que tu me regalas, en espera de dar una segunda oportunidad. Me fue fácil hacerlo, dejar eso atrás y continuar. Pero cuando yo mostré mi imperfección, fui duramente juzgada. El mundo de papel, no tolera el error de otros, finge y pretende que todo tiene que ser maravilloso, perfecto, sin mancha. Como si ellos estuvieran libres de pecado, nos tiran piedras.
Tu en cambio, te quedas en silencio haciendo tu juicio... MISERICORDIA. "Vete y no peques más". Confías en nuestro arrepentimiento, lo aceptas y nos perdonas Juan 8, 1-11. Es Tu perdón y tu dulzura la que me sostiene ahora. Me duele a veces, y me uno a ti dulce Cristo en tu pasión. Me duele que me juzguen y acusen con tanta velocidad. Me duele esa mentira vestida de verdad. Esa arrogancia humana, vestida de conocimiento, de madurez, de intelecto..falsos.
Cuanto sufriste Tu por nuestra estupidez. Déjame acompañarte en ese dolor, uno el mio al tuyo y en ese reconocerte a pesar de tu rostro golpeado y sangrante, pido por ellos que no pueden perdonar y buscan sin esfuerzos lo perfecto. Ayudame a sanar y olvidar, a quedarme sin resentimientos, sin heridas ni cicatrices. Tu que todo lo puedes hacer nuevo, saname. Bendita misericordia, no dejes de enseñarme a perdonar desde el fondo de mi corazón. Enseñame y ayudame a seguir Tu camino. Amen
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